17 abr 2008

El valor del documento digital ante la Justicia.
Interesante respuesta del "abogado del navegante" en El Mundo sobre el valor del documento digital ante la Justicia. Recomiendo leer el artículo: "Entre las tremendas carencias del sistema judicial español, destaca sobremanera el apego reverencial al documento escrito, y la proverbial ineficacia de los archivos en papel, extremo éste que la reciente huelga de funcionarios de justicia ha puesto trágicamente de manifiesto. Oficinas decimonónicas, atestadas de legajos, ofrecen una imagen de la justicia muy lejana de la que reclama la sociedad del siglo XXI".

1 comentario:

miguel álvarez dijo...

Está por ver que los soportes informáticos puedan reemplazar de forma generalizada al papel, con la integridad de funciones que presta. Cuando me notifiquen algo, yo prefiero que no lo hagan mediante un sms o un chat certificado -que todo llegará; en primer lugar porque no me parece serio, y en segundo, porque creo un fárrago el tener que pasar un sms al equipo, y del equipo obtener una copia de seguridad; vaya, que en mi opinión algunos documentos deben ir revestidos de algunos caracteres: que el medio me parezca serio, que me permita conservarlo, y que dentro de unos años si deseo consultarlo no me perjudique la volatilidad del soporte y tenga que emplear los servicios de una empresa especializada para acceder al contenido, etc.

A principios de los 80 también se consideró decimonónico y quedaba mu malamente mal que se cosiesen los expedientes judiciales con hilo y aguja, como se había hecho toda la vida. A fin de eliminar este supuesto atraso, se generalizó el uso de las grapadoras en los órganos judiciales, pero como cada vez que se unen dos hojas a una pieza se añaden cuatro grapas, pasa uno las penas del purgatorio cada vez que consulta un expediente judicial, se debe estar vacunado contra el tétanos, y es milagroso no pincharse con las grapas, a no ser que se manejen los expedientes con guantes de cuero, que es otro lío.

Eso sin contar con que las grapas se oxidan, que en los archivos se retiran, e incluso que en algunos se vuelven a coser los expedientes con hilo como se había hecho siempre. Ah... pero si olvidaba que los fondos judiciales no tienen importancia y se expurgan, así que es lo mismo y todo vale.

Si las oficinas están atestadas de expedientes y legajos, será por otros motivos; que los soportes informáticos pueden hacer más monas y espaciosas las oficinas, pero no hacen que los autos, sentencias, etcétera, se redacten automáticamente ¿o sí?

El caso de Mariluz, puso de manifiesto que las soluciones aplicadas en aras de una modernización simplista, tampoco han dado el resultado que se apetecía. En una noticia que nos enlazabas hace pocos días, fuentes judiciales reconocían que:

"Los juicios rápidos creados con la última reforma procesal del PP -que se celebran en los juzgados de instrucción, pero cuyas sentencias ejecutan los de lo penal- han contribuido a aumentar el atasco, según los propios jueces que ya no deben aplicar sólo sus propias sentencias".

El país, 6/III/2008

PS: para mí que si en todos los juzgados se entrase a las ocho y se saliese a las tres, el atasco sería menor; y no sé si recordarás que hace cosa de un año o dos, el Ministerio de Justicia ofreció un plus a aquellos funcionarios que no tuviesen absentismo laboral, cosa que me pareció el colmo de los colmillos.