2 jul 2008

El obispo de Barbastro y el archivo de salamanca.
El obispo de Lérida, Javier Salinas y el de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, han firmado un acuerdo para dar cumplimiento por el que la diócesis catalana debe devolver a la aragonesa los bienes históricos de las parroquias de la franja. La Generalitat ha afirmado que no comparte dicho acuerdo , que no lo hace suyo y que, en definitiva, no da la batalla por perdida. El obispo de Barbastro-Monzón ve con 'desagrado' la oposición de algunas autoridades autonómicas y locales catalanas al cumplimiento del acuerdo y ha declarado que 'Yo no me opongo a lo de Salamanca -ha afirmado-, pero sorprende que entonces no se valorara la unidad de dicho archivo, y que se sacara de noche y con la ayuda de la policía'.
(La polémica está servida...)

1 comentario:

miguel álvarez dijo...

No acabo de entender muy bien la actitud de la Generalitat en este asunto; o algo se me escapa, o la imagen que dan es que el embudo por un lado no es lo mismo que por el otro.

1.- Ni existe el archirepetido principio de unidad de archivos consolidados, ni menos el de la unidad de museo que ahora invoca Cataluña. Sí que existe el principio de procedencia o de unidad del fondo (de archivo) -el mismo que van a echar por la barranquilla también ahora con el nuevo centro documental salmantino al entresacar papeles de los fondos del AGA en lugar de enviar copias de las series que interesasen.
Me parece legítimo invocar la unidad de los objetos procedentes de una excavación arqueológica o de una parroquia, que se logrará, devolviendo los objetos a las entidades de procedencia; pero en absoluto entiendo normal reivindicar la unidad de algo tan artificioso como un museo.

2.- Si los partidarios de que no se sacase un papel del Archivo de Salamanca argumentaban que el archivo con todos sus fondos permitía una mejor comprensión de la guerra civil o el franquismo; invocaban un inexistente principio de unidad de las colecciones, a la vez que los archiveros catalanes aducían que las colecciones en las que había documentos cuya restitución solicitaban no eran fondos, y por lo tanto no les era aplicable el principio de procedencia o de unidad del fondo; que a la vez también indicaban desde Cataluña que la primera acumulación es la válida; y al mismo tiempo, ahora se trae a colación una unidad del museo para la mejor comprensión del mismo y de su área de influencia, creo que la contradicción está servida y no se me ocurre pensar otra cosa sino que se usa una doble vara de medir.

Vamos, que en mi opinión, tan legítima es la restitución de los documentos que se encuentran en diversas colecciones del archivo de Salamanca, como la de las piezas de varias parroquias aragonesas que están en Cataluña; máxime, cuando creo que dos tribunales civiles y alguno de la iglesia católica han dado la razón a los aragoneses.