15 ago 2010

La memoria digital tampoco es eterna.
A principios de la década de los ochenta, cuando empezaron a aparecer los primeros CD, se dijo de ellos que eran un soporte casi indestructible. Se les auguraba una vida superior a los 100 años al no existir contacto físico entre el disco y el láser que interpreta los contenidos que alberga. Pero hay muchos otros factores que influyen en la degradación del soporte. Al deterioro físico, sobre todo a los arañazos, hay que sumar aspectos como cambios bruscos de temperatura, humedad, sobreexposición a la luz, etc.
Un estudio realizado en 2007 por Google sobre la vida útil de los discos duros tampoco planteaba a estos soportes como soluciones a largo plazo. También tienen fecha de caducidad; se estima en unos cinco años.

Si los usuarios no pueden depender de conservar en CD o DVD sus archivos, y si los discos duros también tienen un índice elevado de error con el paso del tiempo, ¿qué solución es la que deberían adoptar los usuarios para la conservación de datos a largo plazo? Los investigadores del CNRS apuestan por un remedio sencillo. En su opinión, sólo un constante traslado de datos garantiza la conservación de los mismos, con el coste y las molestias que cada migración conlleva. "Por desgracia, no existe una solución clara al problema del almacenamiento a falta de un método decisivo y ampliamente aceptado. El único consejo que podemos dar a la gente es copiar sus datos a través de múltiples discos y renovar sus copias de seguridad en nuevos soportes cada cierto tiempo", reconocen.
Más información

No hay comentarios: